Óvalo facial: antes y después del tratamiento estético
Con el paso del tiempo nuestro rostro envejece y pierde la firmeza que caracteriza al triángulo de la belleza. Pero gracias a tratamientos estéticos sin cirugía, puedes prevenir el descolgamiento. Mira uno de nuestros casos de antes y después del tratamiento de óvalo facial.
El triángulo de la belleza es la distribución del rostro propia de las mujeres jóvenes. Se caracteriza por unos pómulos prominentes y una línea mandibular bien definida. De este modo, la línea de la base une los dos pómulos y el vértice lo conforma la barbilla.
Con los años, este triángulo tiende a invertirse, las mejillas pierden volumen, la piel se descuelga y se deja ver la flacidez hacia la parte inferior:
- Línea mandibular más ancha.
- Pérdida de volumen en los pómulos.
- Acentuación de los surcos nasogenianos.
- Aparición de las líneas de marioneta.
Estos factores revelan un envejecimiento del rostro y ofrecen una apariencia negativa y de tristeza. Para solucionar este problema, debemos actuar a tiempo con tratamientos faciales que rediseñen el óvalo facial.
Define el óvalo facial y mantén tu rostro joven
Observa en esta imagen el antes y después de definir el óvalo facial. El rostro cambia por completo y adquiere un aspecto rejuvenecido.
Como ves, la pérdida del contorno facial es una de las características de un rostro envejecido. En este antes y después de óvalo facial hemos trabajado en estas zonas:
- Pómulos. Corregimos la flacidez de los pómulos y tensamos la piel para combatir su descolgamiento.
- Mentón. Hidratamos la piel y damos volumen para definir la zona de la barbilla y afinar el rostro.
- Mandíbula y cuello. Tratamos el exceso de flacidez de la piel del cuello y marcamos de nuevo la línea mandibular.
- Líneas de marioneta y surco nasogeniano. Rellenamos estas arrugas visibles en el rostro que son las que potencian un aspecto de envejecimiento y cansancio.
En la consulta de la Dra. Carmen Martín trabajamos con ácido hialurónico y con activadores de colágeno para tensar los pómulos y la mandíbula. De esta manera, conseguimos compensar las zonas hundidas y con menos volumen, y levantar aquellas que se han caído por la gravedad.
El ácido hialurónico aporta un efecto de relleno muy natural. Con su aplicación no solo se recupera un rostro más joven y descansado, también se mejoran los puntos de luz (especialmente en pómulos) y se difuminan las líneas de marioneta y surco nasogeniano. Pide tu primera consulta gratuita con la Dra. Carmen Martín y recupera la juventud de tu rostro.
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