Las llamadas alas de murciélago, o flacidez en los brazos, aparecen con el paso de los años cuando los músculos pierden tonicidad. Esta situación puede crear inseguridades sobre nuestro cuerpo y hace que nos sintamos a disgusto con él.
Las manos son unas de las partes que más sufren de nuestro cuerpo, siempre tan expuestas a agentes externos como la temperatura, los rayos de sol o productos de limpieza. Pero ¿podemos mejorar y rejuvenecer las manos con tratamientos estéticos sin cirugía? La respuesta es sí.
Es habitual fijarnos en los distintos tipos de arrugas faciales que aparecen con los años, pero ¿y el cuello? Esta parte de nuestro cuerpo tiene la piel mucho más fina que otras zonas y envejece peor. Lo bueno es que, si esto te preocupa, puedes mejorar el cuello arrugado y flácido sin cirugía.
A medida que sucede el tiempo, la piel siente el peso de los años. La exposición al sol, el uso inadecuado de algunos cosméticos, la contaminación o las infecciones son capaces de modificar la función barrera de la piel.