Con el paso del tiempo nuestro rostro envejece y pierde la firmeza que caracteriza al triángulo de la belleza. Pero gracias a tratamientos estéticos sin cirugía, puedes prevenir el descolgamiento. Mira uno de nuestros casos de antes y después del tratamiento de óvalo facial.
Con el envejecimiento de la piel es normal que aparezcan arrugas en nuestro rostro. Esto es signo del paso del tiempo y ¡de experiencias vividas! Eso sí, existen distintos tipos de arrugas. En un principio se han catalogado siempre como estáticas o dinámicas, pero en realidad podemos clasificarlas en cuatro categorías de arrugas faciales.
A medida que pasan los años, nuestro rostro envejece debido a la pérdida de colágeno y elastina. Esto provoca que la piel tienda a caerse porque los músculos se debilitan. Para combatirlo, utilizamos el ácido hialurónico en la mandíbula, un tratamiento para modificar los contornos de la barbilla y definir esta zona.
El envejecimiento de la piel es una realidad, no ya solo por el paso de los años, sino también debido a factores externos como el sol. En este sentido, el tratamiento IPL (luz intensa pulsada) es uno de los más utilizados para el rejuvenecimiento facial.